Pues me lo he leído en dos días, me enganchó en la librería y me alegrado de la decisión de comprarlo.
Habla de los amarillos, personas que cambian tu vida de algún modo pero que no son amigos, no tienes que mantener el contacto, dice que conoceremos 23 amarillos en nuestra vida y que hay que tocarse, abrazarse y dormir junto a ellos. Un amarillo no necesita llamadas telefónicas, años de cocción, no necesita que lo veas a menudo.Es esa gente que cambia tu vida, y puede que o puede no vuelvas a ver nunca. Con ellos te sucede eso que yo llamo enganche en el minuto cero, los reconoces al instante.
Me ha encantado el libro, he experimentado emociones distintas leyéndolo; ternura, aceptación, nostalgia, también pena, sonrisas muchas, y alguna que otra lucidez.También estoy en desacuerdo con algunas cosas…por ejemplo no entiendo el concepto de bidireccionalidad con el amarillo. Creo que hay gente que nos ha cambiado la vida para la que hemos sido cero en compensación. Para mi esto se compensa con aquellas otras personas a las que puede que tu cambies la vida sin recoger nada, es como si pudieras sembrar en un campo y recoger la cosecha en otro. Y esto creo que está en continuo movimiento.
He ganado algunos conceptos interesantes, la mayoría se me olvidarán mañana. Los que quiero guardar los escribo ahora.
Dice que el concepto de amistad no ha evolucionado como lo ha hecho el de pareja o el familiar y que debería hacerlo. Para mí el concepto de amistad siempre ha sido complicado y algo frustrante, sobre todo si se basa en la frecuencia del contacto. Por tanto este concepto nuevo de amarillo me agrada, quita hierro a la pérdida de la consideración de amigos a muchos de las personas que influyen en mi vida a los que no veo o con los que no mantengo contacto y eso me hace sentir mejor.
Y que gran cosa es terminar un libro sintiéndote mejor.
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