Este libro ha llegado a mi después de escuchar a su autora, Anita Moorjani, en alguno de sus vídeos y conocer su increíble historia de superación de un cáncer prácticamente incurable.
Siempre me ha llamado la atención las experiencias cercanas a la muerte (ECMs) porque no podemos negar que al final la muerte, da igual la edad que tengamos, es un concepto absolutamente inquietante.
Al mismo tiempo creo que la muerte es una gran maestra, y a pesar de que nos pasamos la vida negándola y huyéndola, la muerte bien entendida tiene una función poderosísima de devolvernos a la vida con mas propósito y energía, valorando lo que tenemos y facilitando el agradecimiento y el perdón.
La muerte es una compañera maravillosa para valorar la vida, esa es la realidad.
Y según digo estas palabras, yo que soy muy visual, me imagino el típico esqueleto con capucha y guadaña acompañándonos de paseo y riéndose de nosotros y no me refiero a eso, me refiero a tener la muerte siempre presente, como algo inevitable que ha de suceder, como una realidad que está ahí que nos tiene que motivar a pensar y a reflexionar, sin obsesionarse, con tranquilidad.
Creo haber leído un par de libros sobre experiencias cercanas a la muerte, uno es La prueba del cielo (el viaje de un neurocirujano a la vida después de la vida) y otro es este de Anita Moorjani, mujer que me transmite cariño infinito.
El primer libro que he citado, el del Neurocirujano Eben Alexander, me decepcionó infinito. Básicamente la resta realidad menos expectativa salío un 1 menos 9, dando un -8 funesto. Imaginé en esta expectativa que un neurocirujano me iba a explicar su experiencia de la muerte desde un punto de vista orgánico, explicando de alguna forma que función desempeña cada parte del cerebro en el proceso de la muerte. Pero nada de eso, resultó ser una "fumada"(para mi es la palabra que define el libro), donde mezcla en su ECM sueños con ángeles que le visitan, en fin, que ni siquiera entendí bien el libro, no podría explicarlo.

La segunda parte del libro comienza a contar su experiencia cercana a la muerte, como estuvo prácticamente en coma a punto de desenchufarla de la maquina e invadida por un cáncer linfático; como fue su experiencia en ese estado, en el que ella podía escuchar todas las conversaciones cercanas y lejanas a su cuerpo físico, de sus familiares y de los médicos que atendían su caso; como familiares fallecidos la acompañaron y acogieron en ese momento y sobre todo la sensacion de infinita paz y alegría de ese estado de consciencia.
Y por último vuelve a la vida y aqui se desinfla un poco el libro en el sentido que su mensaje principal es que todo en el universo está organizado y preprogramado desde el principio, que no hay que preocuparse por nada porque el universo se desplegará para hacer que tu propósito en la vida suceda y que lo único que hay que hacer es estar abierto a este despliegue sin poner oposición.
Que hemos venido a ser felices vaya, que no hay que tener miedo a la vida y que somos magnificencia absoluta (esta palabra es la que mas se repite en su libro, somos seres magnificentes).
En fin, recomiendo el libro sin duda y rodearse de todas las personas que intentan que nuestro paso por este mundo lleno de preguntas sin respuesta sea mas llevadero.
Besos.